Los Pequeños festivales

Que haríamos sin los pequeños festivales...



Cuando te pasa por la cabeza la maravillosa idea de ir a un festival, la primera decisión que debes tomar, una vez tienes claro el tipo de música, és si quieres adentrarte en la marea humana que producen les festivales más comerciales, o por el contrario si quieres disfrutar de la “tranquilidad” del pequeño festival, donde suelen ir grupos con menos nombre.

Los grandes festivales impresionan, a parte del precio de sus entradas que, en un principio, deberia ir en “relación” a lo que ofrecen ,  por sus numerosos y grandes escenarios, por el cartel con grupos “mundialmente” conocidos, por la cantidad de público que congregan de todas las nacionalidades, por el amplio abanico de servicios y actividades que ofrecen.
Normalmente para ir a estos festivales tienes que comerte varios Km de viaje, Km que al ir pasan volando pero a la vuelta. Si hablamos de un megafestival fuera de las fronteras nacionales, implicará el viaje-festival que te puede llevar a conocer un país distinto, una cultura, otra forma de organizar los eventos, pero que también te llevará a gastarte mucho más.

Hay que tener en cuenta que un festival de gran magnitud, sueles ver en un fin de semana muchos grupos que seria imposible o muy costoso verlos en salas de conciertos a lo largo del año. Este es el mayor punto a favor que tienen estos festivales.

Pero y los  pequeños festivales?. Los pequeños festivales uelen ser más regionales, tanto en el público que asiste como en la mayoria de los grupos que actuan.

Lo bueno de los pequeño festivales, es su ambiente de familiaridad y la posibilidad de agrupar a mucha gente conocida. Es una oportunidad para encontrarse con todos y celebrar las buenas amistades y  organizar comidas o cenas. A la diversión no se le puede poner precio, y hoy en día, cuando el aspecto económico influye en nuestras opciones  de ocio, se agradece que existan estos pequeños festivales, asequibles a la mayoria, estamos hablando de festivales que el precio de la entrada para dos días te puede constar 5€, y en muchas ocasiones incluso son gratis.

Los grupos musicales son conocidos por la gente de la zona, muchos son buenos,  y necesitan que se les de apoyo para que puedan crecer, y darse a conocer, como también al festival, que con el tiempo puede llegar a ampliarse, y formar parte de su crecimiento es una experiencia para contar y recordar. Estos festivales suelen poner un cabeza de cartel con un poco más de nombre para que sirva de promoción de estos grupos no tan conocidos.



El espacio que ocupa el pequeño festival, como dice su nombre, no es muy amplio, las distancias son cortas y te permiten una movilidad cómoda, para ir del recinto del festival a la zona de acampada, si la hay. Tampoco existen colas ni para entrar a los conciertos ni para salir. Es fácil encontrarse con las mismas personas varias veces, facilitando que se crean nuevos vínculos de amistad. Tempoco encontramos en la entrada los denigrantes cacheos que realizan en los grandes eventos.

A lo mejor los pequeños festivales no hay grupos conocidos internacionalmente, no hay un sonido perfecto ni  unas instalaciones perfectas, pero la diversión y la buena comunión vale mucho más que el precio de la entrada, no como algunos grandes festivales.

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