Recuperado mentalmente y en camino de hacerlo físicamente, ocuparé estos instantes de esta noche fresca de septiembre para intentar plasmar en el blog lo vivido en el En Vivo festival.
Para los más despistados, recordar que el festival “En Vivo” ha tenido lugar este fin de semana pasado, concretamente el 8,9 y 10 de septiembre, en Getafe (Madrid).
En un principio, me gustaría crear una imagen global de lo que ha sido el festival, con una breve descripción: “mucho polvo, muchísimo calor, mucha gente y poco tiempo para los grupos”. Con esta imagen en la cabeza, voy a desglosar estos términos para no parecer catastrofista y para que no penséis que fue un puro infierno.
Lo primero que nos pegó en todo los morros fue el calor que nos encontramos el jueves a la 16h cuando llegamos con nuestra autocaravana, después de 8 horas de viaje, a uno de los parking del festival. Esta circunstancia no puede ser controlada por la organización, pero si que la intentó paliar, con muy buena intención, con unos túneles con ventiladores dispersores de agua dentro del recinto de conciertos, donde te podías refrescar, conocer gente y cantarte unas canciones (estos detalles siempre me han gustado). No sé por qué el sábado los quitaron….
Otro tema a tratar es el polvo que se levantaba. Tengo que reconocer que la organización, después de las críticas de otros años y otros festivales, puso unos plásticos azules, rollo bolsas de basura en plan chapuzilla en la zona de los escenarios, que hizo su función los primeros días y restó un poco de polvo en los escenarios principales. Esta “gran idea” de la organización no evitó el polvo en la carpa, en la entrada, en las barras……en nuestras fosas nasales. Además a los tres días el plástico estaba hecho un desastre, sucio y roto. Este aspecto debe mejorarse para próximos eventos.
Personalmente no suelo agobiarme en concentraciones masivas, festivales, manifestaciones…. Pero he de reconocer que la desproporcionada afluencia de gente del viernes y el sábado, gracias al precio de los abonos y a grupos de renombre, llegaba a ser una locura en los conciertos más aclamados, como Offspring, Toy Dolls, Boikot…O se amplía la zona del recinto o se disminuye el número de festivaleros, todo no puede ser.
El tiempo limitadísimo, a mi entender, de los grupos, me pareció un recorte a la expresión artística de los mismos, un recorte que les planteaba la difícil elección de incluir en el repertorio las canciones del último disco y dejar “pesos pesados” de su repertorio, con el consiguiente cabreo del personal, o reventar con todos los clásicos posibles y no promocionar las nuevas canciones.
Vista la afluencia de gente, la variedad de estilos que tocan (para mi gusto muy poco Metal, poco Rock y sobretodo poco Punk), y si no suben los precios, tenemos festival para largo, pero con cosas que deben mejorar para afianzarse como un festival importante en el ámbito nacional.
En el tema de la acampada, tenemos la suerte de que la sombra no es un problema, y de que la organización es bastante permisiva en dejar acampar en zonas más cercanas al recinto de los conciertos, pero que no pertenecen a la zona de acampada oficial. Cabe decir que la gente también se portó muy correctamente en cuanto al cuidado del entorno.
A los que van con furgoneta o similar, la zona de parking, con suelo de tierra, no de asfalto, también permite instalarse cómodamente, poner tus toldos, mesita y demás, aunque la sombra es mínima.
El entorno no es ni mucho menos idílico, así que si quieren seguir haciendo festivales, la gente tiene que salir satisfecha por otros aspectos, así que a trabajar en ello!
FIN
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